Hola querido amigo(a) mi nombre es Isaí Cedano.

Te escribo en este momento para contarte la hermosa historia del nacimiento de este tu ministerio, y la quiero compartir contigo expresándote que mi único fin es animarte para que conozcas al maravilloso DIOS que yo conocí, y tomes en cuenta que si ÉL te llama, es porque quiero hacer algo extraordinario contigo.

Esta historia inicia, cuando a mis 22 años de edad, Dios decidió llamarme para realizar algo maravilloso; obviamente no sabí­a de qué se trataba, y como muchos de ustedes tal vez, ignoré ese propósito de DIOS. En ese momento desempeñaba el cargo de subdirector del departamento de sociedad de jóvenes en la Iglesia Adventista del Norte en Houston Texas, y fue justo ahí­ cuando tuve que experimentar una gran decepción amorosa que no entendía porque me sucedía a mí; yo había creado una pirámide de ilusiones, alegrías, sueños, retos y sobre todo una vida de comunión entre los 3, JESÚS, “Ella”, y Yo, pero cuando más seguro me sentía de estar sirviendo al SEÑOR, vino el gran desastre a mi vida, y fue que “Ella”, decidió acabar con nuestra relación.

Cada componente de esa gran felicidad iba cayendo al piso, en frente mío. O tal vez hubieses reaccionado como lo hice yo, o tal vez no, pero al ver lo que sucedí­a lo primero que hice fue preguntar: ¿Qué pasó Dios? ¡No te vi cuando se derrumbe todo! ¿Acaso no te importó lo que me pasó? ¿Acaso no te importa que me siento acabado? Solo imagínate por un momento que construyes casi un imperio de amor con la persona que Dios te mandó para compartir el resto de tu vida, esa persona por la que oraste y pediste tanto a ÉL, y de la nada todo se acaba, todo se desestabiliza. A mi edad no era lo suficientemente maduro para afrontar ese tipo de situación.

Pasó el tiempo y comencé a tener una vida rutinaria, en la cual me levantaba temprano para ir al trabajo, y allá recordaba y me torturaba por lo que estaba sucediendo; luego regresaba a casa, me bañaba, comía y me acostaba a dormir, no sin antes tener un momento de llanto y lamentación. Todo esto querido(a) sucedió casi por medio año, y no sentí­a que mi vida tuviera algún valor. Solo me preguntaba. “¿Por qué a mí? Si yo con gran amor trabajaba para ti”. Al completar medio año de esta depresión, con coraje y valor me decidí a­ olvidar a esta persona, y teniendo en mente que según yo, no le interesaba para nada a Dios, decidí olvidarla a mi manera, y me fui al mundo.

Comencé a juntarme con personas no adecuadas y cada fin de semana me la pasaba de antro en antro (discoteca en discoteca) emborrachándome. Pasó el tiempo, y medio año después, una noche mientras ingresaba al lugar de la noche para divertirme, y olvidarme según yo (porque jamás dejé de pensar ni un solo momento en lo que según yo, Dios me había hecho). Me sentí­ muy aburrido y me fui del lugar sin avisar a mis supuestos amigos nada; luego llegué a casa y me recosté en el sofá de la sala, y me cuestioné sobre lo que estaba haciendo, y lo fastidiado y aburrido que estaba ya en ese punto de mi vida.

Debo mencionar que durante ese año no dejé mi cargo en la iglesia; tampoco dejé de asistir a la iglesia y guardar el Sábado, porque desde niño siempre se me dijo que el Sábado era el día del Señor, y gracias a DIOS, esa semilla quedó sembrada en mí. ¿Sabes querido(a)? Aunque yo creía que Dios se habí­a olvidado de mí­, jamás tuve el valor de dejar la iglesia; aunque tuve muchas oportunidades, jamás lo hice, y DIOS, a través de un pastor de jóvenes que estaba en campaña, me dijo­: Quédate, no te salgas de la iglesia; Dios tiene algo especial para ti y pronto lo sabrás. Cuando te lo deje saber, comprenderás que fue conveniente no haberte ido.

Luego en casa recordé lo que estaba haciendo con mi vida y decidí­ arrodillarme y hablar con mi Padre Celestial, y si te soy honesto, jamás olvidaré esa plegaria que decía así: Dios yo sé que no te importo, ¡Pero quiero decirte solo algo! Ya no quiero estar así­; sé que existes y me escuchas, y aunque no siento tu interés en mí, estas más interesado de lo que creo, y si es verdad que no te importo, ¡Pues voy a hacer que te importe! Voy a hacer algo por TI ¡Amén!

Entonces mi perspectiva de ver las cosas cambió. ¡Decidí hacer algo por ¡Cristo! Durante mi trabajo como subdirector de S.J, DIOS me dio sabiduría y tuve la idea de involucrar a los jóvenes de mi iglesia en algo novedoso, y juvenil, para glorificarle. No dejé pasar nada de tiempo y le expresé al director de sociedad de jóvenes sobre una radio por internet, ¿Y por qué no? Posteriormente transmitir FM en radio local, pero solo se lo platiqué; me dio la impresión que no le había parecido nada interesante la idea, y bueno, siendo sincero, me desanimó mucho y pausé esa idea, aun cuando el director de jóvenes jamás me dijo que no. Después dije “No Isaí,­ no puede ser así”, y retomé mi sentir, que era hacer algo por Cristo, y retomé la idea de la radio en internet y me documenté y busqué ayuda en http://foroadventista.org/. Allí­ expresé lo siguiente… (Te invito que leas el contenido de la imagen #1)

Hice la publicación con el fin de recibir consejos y ánimos, y para mi sorpresa, encontré mucho apoyo de parte de mis hermanos en la fe, especialmente de los usuarios llamados RonnindelEste Y Doctor Pancho, como se pueden dar cuenta en las imágenes. Jamás olvidare cómo Dios los utilizó para apoyarme cuando más solo me sentía, y desde entonces supe con gran certeza que Dios era quien me escribía a través de estas personas… (Te invito a que leas el contenido de la imagen #2 y #3)

Exactamente 9 días después de agradecerles a Dr. Pancho y a Ronnin contándoles que se aproximaba el día de la junta en la cual el proyecto se aprobaría el cual era el 22 de enero. (Ver imagen #5)

El día de la junta llegó; domingo 23 de Enero del año 2011. Allá estaba yo, con gran cariño colaborando como voluntario para repartir comida en la iglesia, y sucedió que mientras me encontraba en esta tarea, vi que el pastor se aproximaba, y emocionado le pregunté sobre la junta y especialmente por el proyecto de la radio, y lo que vino de sus labios me dejó conmocionado; su respuesta fue: ¿Cuál radio Isaí? Según entendimos se presentó la página para la iglesia, y eso fue lo que se aprobó. Después se lleva a una segunda junta en la cual se habla del proyecto pero aparentemente no le pusieron interés. Después de la segunda junta me encontré con el pastor y me dio a entender nuevamente eso. Lo que después pasó no te lo voy a contar, pues creo que te lo puedes imaginar, y al saberlo que me desanimé nuevamente. Ya se estaba volviendo costumbre desanimarme por personas o situaciones, así que regresando esa tarde a casa, triste, y abrumado, en mi mente no pensaba otra cosa más que decir: ¡Te volviste a equivocar Dios, esto no funcionó! Dije, “eliminaré la radio”, porque para ese entonces ya tenía todo listo y funcionando, y pensé en cancelar todo cuanto antes, pero sucedió que al momento de hacerlo, decide entrar una última vez a la radio y recorrer cada página de la web, pero al final llegué al chat, y fue ahí donde algo llamó mi atención; habían 4 personas conectadas, y yo no las conocía, pero por medio de Facebook encontraron el ministerio, y bueno amigos, debo admitir que sus comentarios me animaron de nuevo, ya que deseaban y aseguraban que esa idea era un plan de Dios y que llegaría lejos y harí­a grandes cosas Dios en el ministerio. Entonces me dije a mi mismo: Isaí­, deja que el mes se termine y ya veremos.

Mi querido/a, el primer mes pasó, luego el primer año, y así sucesivamente hasta el dí­a de hoy. ¡Doy la honra y gloria que solo ÉL merece, ya que estamos cerca a celebrar con gran agradecimiento, 5 años al servicio de Jesús!

De ahí en adelante te puedo contar que jamás tuve desanimo, y jamás volví a pensar que Dios se habí­a equivocado con el ministerio y mucho menos conmigo. Ronnindeleste de Foro Adventista tení­a razón, pues él escribió: Si algo llegó a tus manos es porque Dios lo puso ahí; no lo dejes pasar. Después lo entendí, así como también entendí el error de mi pirámide que al principio te conté, ¿Lo recuerdas? Entendí­ que fue mi plan todo el tiempo y jamás el de Dios, más bien yo vine a Dios y le fui imponiendo mis planes en lugar de sus propósitos maravillosos para mí.

No puedes alcanzarte a imaginar cuántas bendiciones han llegado a mi vida a través de este ministerio, y aún mejor, cuantas faltan por llegar. Casi a 5 años han transcurrido ya, y con gran emoción te comparto lo siguiente: Radio Joven Adventista para gloria y honra de Dios, ha tenido la oportunidad de llegar a 131 paí­ses alrededor del mundo, con muchos testimonios del amor cautivador, restaurador, salvador y misericordioso de Dios en aquellos oyentes. Actualmente también puedo contarte que para la gloria del SEÑOR, contamos con una programación completa los 7 días de la semana, programación que incluye a nuestros niños, jóvenes y adultos.

¿Sabes? Justo en la noche del 11 de octubre del 2015, me detuve a leer los comentarios de las imágenes antes mostradas de foroadventista.org, y recordé la manera en la cual Dios habló a este servidor a través de estas dos personas; por eso decidí­ contarte esta historia.

Por último, quiero decirte una vez más, afirmando con certeza y con pleno convencimiento de que Dios cuida de este siervo suyo, y provee para cada una de mis necesidades, en especial aquella que llena mi vida emocional; no sé si te preguntaras qué habrá pasado con mi vida en ese aspecto después de lo ocurrido. Bueno, te contaré que, a través de la radio, después de medio año más o menos de estar funcionando, conocí­ a la mujer que Dios tenia para mi vida, pero que al momento obviamente no sabí­a que era ella; una linda Bogotana (Colombia). Su nombre es Nathalia Bernal Dí­az (en la radio conocida como Colombianita, jeje). Dios, por misericordia, hace un poco más de 2 años, nos dio la oportunidad de conocernos en persona, y hoy en día con gran alegrí­a y orgullo exclamo: Esta es la mujer que Dios tenía para mi vida, y yo era el hombre que DIOS tenía para la suya. Estamos próximos a casarnos con la ayuda de DIOS, y ahora, ya estamos listos para dar ese gran paso.

Tal vez preguntarás por qué te cuento todo esto. Lo hago porque ya tengo bien claro el plan de Dios para mi vida, pero la pregunta que yo te hago hoy a ti es: ¿Tú ya sabes lo que Dios quiere para tu vida? Si aún no estás seguro, te aconsejo que ores mucho y pidas a Dios para que te muestre su plan, que seguramente es igual de maravilloso al que tuve en mi vida, y con amor fraternal te animo usando las mismas palabras de Ronnindel. Este: Si algo llego a tus manos es porque Dios lo puso ahí, no lo dejes pasar. Por favor, no te desanimes; Tú ERES LO MAS LINDO QUE JEÚS TIENE EN ESTA VIDA, Y QUIERE HACER ALGO MARAVILLOSO CONTIGO. También quiero animarte para que cuando Jesús regrese por segunda vez, pueda encontrarnos a ti y a mí trabajando en su obra. Deseo una vez más lo mejor para ti y todos los tuyos. Att: Isaí Cedano

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